El camino hacia la puerta es fácil... Entra. ¡Y te echaré a patadas!

Un día cualquiera. Una hora cualquiera. Un momento cualquiera.
Te encuentras en casa, pasándotelo la mar de bien, cuando llaman a la puerta.
Tu primera impresión al abrir la puerta, es que has cometido el peor error de tu vida.
Allí se encuentra, el espécimen inhumano toca puertas, toca... de todo.  El bohemio que va de puerta en puerta, dándole la tabarra a todo el mundo, con sus persuasivas palabras de fraude y engaño.
Como desearías ir cuchillo en mano, y cortarle su preciosa lengua. Lo único a lo que puedes aspirar es a cubrirte las orejas y rezar para que se vaya.
 ¡VENTA! ¡VENTA! ¡VENTA!
Ni que fuera un mercadillo.
¡COMPRA! ¡COMPRA! ¡COMPRA!
Si eso quisieras irías a su tienda.
¡BARATO! ¡BARATO! ¡BARATO!
Y yo te contradigo: ¡FRAUDE! ¡FRAUDE! ¡FRAUDE!

El espécimen se toma un respiro, pero al cabo de poco vuelve a la carga.
Esta vez  con nuevos argumentos, y ventajas para el producto.
¡OPORTUNIDAD! ¡OPORTUNIDAD! ¡OPORTUNIDAD!
Lo puedes encontrar a buen precio por tu cuenta.
¡2X1! ¡2X1! ¡2X1!
Ni que hubieran llegado las rebajas.
¡REGALO! ¡REGALO! ¡REGALO!
No eres tan superficial.

El bohemio no se da por vencido y cada vez es más persuasivo e insistente. Su pose se vuelve amenazante y te mira con ojos de loco y desesperados. Cada vez se acerca más a ti, hasta que casi te tira el producto por la cara.
Entonces es cuando gritas.
¡ACOSO! ¡ACOSO! ¡ACOSO!
Ahora quien se vuelve amenazante eres tu.
Lo coges de los brazos y lo echas a patadas de tu casa, mientras gritas, blasfemas y le amenazas con la muerte.
Si ese trozo de carne insensata e inhumana vuelve a pisar tu casa, no prometes traerlo de vuelta con sus familiares y amigos.
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Para todos aquellos que compartan mi opinión.

(Volviendo a publicar este relato, que me encanto cuando lo hice ^^ ABAJO A LOS VENDEDORES!!! (ambulantes, por supuesto).