viernes, 28 de mayo de 2010

Sin Título (2º)

Oía mi respiración entrecortada por el llanto. Las lagrimas corrían por mis mejillas empapando todo su pecho recubierto de sangre seca. Mi cabeza estaba recostada sobre su pecho, y no oía nada que indicara que estuviera vivo. Ningún latido de su corazón. Entonces me percaté de la gran ironía que era todo esto. Su corazón no latía. Estaba muerto. Mi corazón no latía pero estaba viva, por así decirlo. Una muerta viviente destinada a vivir eternamente, cargando con el peso de haber matado a su ser más querido. Era una asesina!! Mataba gente sin razón. Todo por qué? Por la maldita sangre que corre en sus venas!!
Dejo de llorar. No tenía sentido hacerlo, no iba a solucionar nada. Se levantó del regazo de su amado muerto y se limpió con una manga las ultimas lagrimas que mojaban su rostro. Finalmente, había tomado una decisión.
Avanzó unos cuantos pasos hacía la puerta de salida del salón. Todo a su alrededor le mostraba la carnicería que se había librado la noche anterior. Sangre. Aspiro y olio el aroma de la sustancia. Le vino una arcada y las ganas de vomitar se hicieron latentes. Entonces lo echó todo y empezó a vomitar sangre. Su respiración se hizo entrecortada y le costaba respirar. Volví a vomitar hasta que a mi estómago no le quedo nada más para vomitar.  Necesitaba salir de allí. Camine hasta salir definitivamente del salón y empecé a subir las escaleras hacia mi habitación. Rápidamente, abrí el armario que se encontraba al lado de la puerta  y saque toda la ropa, metiendola  en una bolsa de equipaje de lona. Abrí los cajones de la cómoda del lado de mi cama y saque todo el dinero y las tarjetas de crédito. Iba a cerrar el cajón cuando vi que algo sobresalía. Era el collar que le había regalado. Era plateado, y en letra muy pequeña tenía grabado una inscripción, decía: “Amor eterno”. Entonces sonreí. Y luego el golpe de la verdad la me dejó abrumada. No habría amor eterno, solo muerte eterna. Agarre el collar con tanta fuerza que los nudillos de los dedos se le pusieron blancos. Y entonces sin pensar más me lleve la mochila a mis hombros y baje las escaleras.

Entre a la cocina y cogí todo lo que necesitaría antes de dejar la casa. Cuando lo tuve todo, volví al salón a ver por última vez a mi amor. Llegue delante de su cuerpo y caí de rodillas delante de él. Entonces estire el brazo encima de su pecho y abrí la palma de mi mano. El collar resbaló entre mis dedos y finalmente cayo.
Nada más me retenía aquí. Solo faltaba hacer una cosa. El bidón de gasolina se encontraba a mi lado, lo agarré con las dos manos y rocié todo el salón. Eché lo que quedaba de su contenido sobre su cuerpo. La llama resplandecía entre mis dedos y producía un calor agradable mientras sentía como la cerilla se iba quemando hasta llegar a la yema de mis dedos. Sentí el dolor de la quemazón. Pero antes de dejar que se extinguiera la llama, lancé la cerilla lejos de mí. El salón empezó a arder al instante.
Su cuerpo quedó envuelto en llamas, y la visión empezó a oscurecérseme cuando solo veía humo y nada más que humo.
Ya era hora de marchar de allí y cumplir mi cometido.
Iba a regresar con los muertos pero está vez muerta de verdad.

“Muerte eterna” susurré.  Y luego solté una carcajada. Una carcajada diabólica.

Nadie podría detenerme.



lunes, 17 de mayo de 2010

El destino de Mary

Es imposible saber tu destino hasta que te lo encuentras frente a ti. Solo cuando lo tienes cerca sabes que es tu hora, el momento, el fin de tus días. Algunos pensaran que no es cosa del destino, sino de las decisiones que tomes en tu vida. Realmente no es ni una cosa ni la otra, sino que todo está relacionado entre si, creando una forma compacta producto de las dos. A medida que se van tomando decisiones se forja tu destino. Si, el destino se lo hace uno solo. A base de decisiones y errores, pero siempre sabiendo el final de este destino al que todos llegaremos a pesar de todos los pros y contras que hayamos obtenido por el paso de nuestra vida.


Era al atardecer, y las pocas luces que habían, iluminaban el féretro del difunto. La salita estaba llena a rebosar de familiares, amigos y conocidos; y hasta algún extraño que solo había venido para fisgar, y seguramente, publicar la vida del difunto a un periódico pero a su estilo lleno de mentiras. Todos estaban abatidos y tristes; la madre lloraba con una mirada enrojezida y llena de dolor, mostrando cara de cansancio y más envejecido, a pesar de ser aún joven, por culpa de las penurias que tuvo que estar pasando; el padre miraba el ataúd con una mirada de desesperación, sin saber como sobre llevar el dolor que albergaba en su interior; y la hermana, Sarah Thruguel, mantenía la vista perdida y ausente, sin aún poder asimilar la perdida de su querida Mary.

En aquel momento la campanita sonó y apareció el cura.

-Hoy nos hemos reunido todos aquí para despedirnos de Mary Thruguel. Mary era una chica sensata y sincera, que nos hacía llegar a todos a nuestros corazones su bondad y felicidad. Muchos de los aquí presentes lamentais profundamente su perdida, la perdida de una alma pura y sincera, que a pesar de la profesión que ostentaba siempre mantuvo limpio su corazón.

Las palabras del cura eran como puñales para los oidos de Sarah Thruguel. Porqué tenían que dar una imagen
 falsa de su hermana. Ella quería a la verdadera, con todos sus defectos y deslices y equivocaciones. Acaso pedía mucho? Acaso era justo que se recordará a Mary por lo que no era? Lo único que querían ellos, todos en conjunto, esos supuestos amigos y hasta los mismos padres, era aparentar y mostrar una imagen totalmente alejada a la realidad, para salaguardar la reputación de Mary y asi mismo las suyas propias. Era totalmente injusto, solo se preocupaban de Mary como un símbolo y no como la persona que era. Acaso ella no hubiera querido que la recordarán por lo que era y no por lo que hacía?
A pesar de los multiples errores que cometió en su corta y exitosa vida, supo repararlos y aprender de ellos; supo levantarse cada vez que se equivocaba y seguir luchando. Por eso tenían que cambiar como fue? Por ser una luchadora?
Mucha gente diría que su destino desde bien pequeña era ser actriz, pero para mí, su destino era convertirse en una mujer fuerte de carácter, alguien a quien seguir como lo que era. 
Mary Thruguel siempre sería su modelo a seguir, como persona , y como hermana.

Su muerte no la tomaría con melancolía y triteza como todos hacían, sino como otro paso a dar para seguir lo que ella le enseño con el transcurso de su vida.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Sin Título

Sentí la necesidad de salir corriendo de allí. Alejarme lo suficiente para no volver a sucumbir a la tentación de su sangre. El cálido fluido continuaba goteando de su cuello. Me quedé hipnotizada mirando como una gota resbalaba y manchaba su camisa. Ansiaba saborearlo, beber hasta saciarme y deleitarme en el placer de su sangre.
Pero no, eso no podía hacerlo. Mi parte animal me cegaba y no me dejaba ver lo evidente: él no era comida. Yo lo amaba, y nunca le haría daño. No, nunca lo haría. Pero tenía miedo. Miedo de perder el control y que mis instintos me dominarán por completo. Pero no iba a dejar que eso pasará. No iba a convertidlo en un monstruo como yo, antes me mataría. Me había sumido tanto en mis pensamientos que no me había dado cuenta que se había movido y ahora estaba frente a mí. Un hálito del dulce aroma me arremetió, y rápidamente intente sofocarlo tapándome la nariz. Se acercó más. Ahora su cuerpo estaba pegado el mío y su cara estaba a centímetros de la mía. Su mirada estaba fija en la mía. No podía separar la vista, y entre pestañeó y pestañeó, cada vez más me fundía con su mirada. Una mirada hipnotizante. Una mirada que lo decía todo. Estaba tan aturdida, que no me había dado cuenta que mi mano estaba siendo sujetada y llevada a su cuello, hacia la bebida prohibida. Mi mano quedó empapada del denso liquido. Mis sentidos se desorbitaron. No solo quería tocarlo. Quería saciar mi sed, beber de él sin dejar ni una gota.  Mis instintos terminaron por dominarme, y ni una pizca de razón quedó en mi ser. Ahora era la bestia. La bestia que se escondía detrás de esa frágil apariencia. Mis manos pronto se aferraron a su cuello, y lo acercaron para poder beber mejor. El cálido fluido fluyo por mis venas, haciéndome sentir verdaderamente viva. Ansiaba más, y empecé a  sorber desesperadamente. Peor yo quería más mucho más. Mordí su cuello, la carne era blanda y suave. Y él no paraba de gritar y gritar de dolor. Y entonces en uno de esos gritos, la razón volvió a mi, y  me percaté de lo que estaba haciendo. Pero ya era demasiado tarde, su cabeza colgaba y goteaba sangre  por todas partes. Y su rostro era de puro terror...


Desperté jadeando y llena en sudor. Mi corazón palpitaba a cien por hora y no paraba de temblar. Todo había sido un maldito sueño. Una maldita pesadilla. Pero había sido tan real e intensa que me estremecí con tan solo recordarlo. Me levanté y me dirigí al baño. Pero antes de llegar me pare en seco. Un suave goteo se oía de fondo. Cambié el rumbo de mi dirección y me dirigí hacia el lugar de donde provenía el sonido. Era continuo e intenso. Como pequeños golpes dados en una mesa con los dedos. Llegué al salón, el lugar de donde provenía el golpeteó y, entonces me estremecí, el escenario de mi sueño.
Fui avanzando cautelosamente a través del sin fin de muebles de la sala. Y entonces lo vi. Tendido al suelo con la misma cara de terror que en el sueño. Y un charco de sangre fresca a su alrededor. Un dolor atravesó mi corazón al verlo. Era un monstruo. Un maldito monstruo. Había matado a la persona que más quería. Lagrimas amargas empezaron a rodar por mis mejillas. De pronto se oyó una risilla. Levante la vista y clave mi mirada en el espejo que tenía delante. Mi reflejo maligno se burlaba de mi.
La furia me invadió y golpee contra el cristal, haciendo pedacitos de él. Una ultima risita se oyó, y luego todo fue silencio.
Lo único que se oía en aquella habitación eran los sollozos amargos que emitía. Nada más. Nunca más.

Aviso

 Como no me acababa de agradar el rumbo que estaba tomando la historia, he decidido empezarla de nuevo con nuevos enfoques pero con la misma trama que tenía. Para los que hubieran leído los capítulos que llevaba publicados, lo siento!! Pero creo que es mejor así. Ahora si queréis volver a leerlos no os preocupéis que no los he borrado, están en la etiqueta "borradores".
  Bueno y como tardare un poco en empezar de nuevo la historia, para que no os desesperéis iré publicando unas pequeñas historias que tenía por aquí guardadas en el ordenador.


 Dww!!!